niedziela, 26 października 2008

La disápora morisca

En octubre de 1590 un ejército compuesto de compuesto de 4.000 granadinos, 500 europeos, 60 cristianos, 1.500 caballeros árabes cruzó las dunas del Sahara para crear una nueva Andalucía a orillas del Níger. A su mando iba Diego de Guevara. Pararon en la ciudad de Marraquech (Marruecos) dominada por dinastía que ambicionaba conquistar el imperio Songhay. El sultán acogió de brazos abiertos a Guevara, quien era buen militar y escogió a sus mejores hombres como guardia personal. Más tarde le nombró Caíd de la ciudad y Pachá del ejército. Tras ir conquistando todas las pequeñas aldeas que encontraban a su paso, la expedición se enfrentó por fin al compacto ejército del reino de los Songhay, al que vencieron el 13 de marzo de 1591 en Tombidi. Aunque los africanos eran 10 veces superiores en número huyeron ante las armas de fuego de los andalusíes. Los soldados del Pachá trataron de seguir su conquista hacia el Sur, pero se encontraron con los terrenos pantanosos de lo que hoy es Burkina Faso y, tras sufrir muchas bajas, decidieron regresar a Tombuctú, donde se instalaron definitivamente, controlando todos los teritorios de la curva del Níger hasta 1737 en que fueron vencidos por los tuareg en la batalla de Taya. Un siglo antes la comunidad recibió a unos 300 000 moriscos españoles que fueron expulsades de los reinos de Valencia, Aragón, Castilla y Mallorca. Entre estos había un grupo de africanos mandingas que habían llegado al levante español -al pueblo de Cocentaina.Fue una época en la que muchos huyeron hasta países como Benín y Nigeria mientras el núcleo pricipal mantuvo su señorío sobre Tombuctú hasta el siglo XIX.

1 komentarz:

el profesor pisze...

No hayas comunidades moriscas -5-